Donar sangre puede salvar hasta 3 vidas y permite aumentar la esperanza y la calidad de vida de los pacientes con enfermedades crónicas y llevar a cabo procedimientos médicos y quirúrgicos complejos. Además, es vital para tratar a los heridos durante urgencias de todo tipo (fenómenos naturales, accidentes, conflictos armados) y cumple una función esencial en la atención materna y perinatal...