Henry Dunant es testigo de la batalla de Solferino: miles de heridos carecen de asistencia, los cadáveres yacen a la merced de los pillajes y de los animales salvajes.
Los servicios sanitarios de las fuerzas armadas son inoperantes, sobre todo por no ostentar un emblema uniforme, es decir, reconocido por todas las partes en conflicto.