Para hablar de sexualidad es necesario primero situarse en un contexto, desde allí comprender la cultura, temporalidad e instituciones que le atraviesan. Así entonces, el marco sociocultural en el cual se inscribe, le imprime formas, miradas, reglas e inclusive prácticas para su aprehensión. Todo esto convierte a la sexualidad en un discurso pluridimensional que, de acuerdo al momento histórico - cultural, delimite la idea de cuerpo y sus interacciones con otros.
Éste no es un asunto del que pueda prescindirse ya que hace parte de las esferas de la vida y es un eje transversal en la articulación de la cultura. Pensar desde allí, ayuda a comprender actualmente en contexto qué ocurre y cómo se da su desenvolvimiento.
Actualmente coexisten varias miradas que hablan sobre qué es la sexualidad, una de ellas es la biologicista o esencialista, que se basa en la fisionomía humana y su evolución, para determinar las conductas sexuales, generar patrones y códigos que le agrupen y clasifiquen. Esto no sólo da cuenta del significado que adoptan tanto los cuerpos como sus prácticas; sino que a su vez sirve para generar puntos de referencia, así entonces nombrar al pene o la vagina; es equivalente a designar un hombre o una mujer.
Por otro lado, una mirada diferente da cuenta de la creación colectiva de la sexualidad, un discurso quizá más consensuado y presto a la cotidianidad, que tiene a su haber dos formas de ser, por un lado, prestarse para los servicios institucionalizados que buscan explicar la sexualidad desde sus puntos de vista, dogma o ideología; mientras que por el otro aparece la resistencia, aquellos que desde su apuesta política y personal, se rebelan contra el orden social establecido y ponen de manifiesto que la sexualidad es más que un entramado de posturas al servicio de alguien.
Cabe ahora cuestionarse, de acuerdo a lo anterior ¿qué es la sexualidad? En pleno desarrollo del siglo ¿Cómo se aborda el asunto? ¿Cómo es entregado? Y más aún ¿Cómo es vivido?.
La educación sexual actualmente privilegia la explicación del sistema reproductivo, comunica sobre el preservativo y previene sobre las infecciones de trasmisión sexual o embarazos no deseados; dejando por fuera asuntos enlazados a la orientación sexual y a la construcción social de género.
Cuestiones como querer a otro; respetar, cuidar o disfrutar de la vivencia del propio cuerpo; relacionarse y vincularse con los demás; crear nuevas formas para comprender el ser; garantizar la vivencia de los derechos; cuestionar las decisiones entorno a la procreación o la educación, son tratados por la Cruz Roja.
La Cruz Roja Colombiana Seccional Antioquia, a través del grupo de Salud Sexual y Salud Reproductiva, interviene reflexionando sobre el “deber ser”, revisando nuevas posturas, configuraciones y modificaciones que pesan sobre la sexualidad, trabajando con las comunidades priorizadas desde la Estrategia de Prevención y Mitigación de la Violencia, Inclusión Social y Fomento de una Cultura de Paz. Desde las líneas de Prevención en el Medio Escolar, trabajando con docentes, estudiantes y padres de familia; Organización Comunitaria para la Mitigación de la Violencia en Zona Urbana y Rural, fortaleciendo las redes de mujeres y jóvenes; Apoyo a la Reinserción social de jóvenes del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolecentes (SRPA), desarrollando acciones en los Centros de Detención Juvenil y en las Unidades Móviles de Salud, haciendo partícipes y co-autores a quienes son receptores de esto que se comprende, habla y vive como sexualidad, sin dejar de lado la premisa básica del respeto enraizada en la idea que los seres humanos son personas diferentes, pero que sus derechos son iguales.
El grupo de Salud Sexual y Salud Reproductiva lleva este ideal, que se ha convertido en pilar para trabajar desde la campaña Soy Diverse, que nace en el 2017 para conmemorar el día mundial de la Sexualidad, en septiembre. En su primera etapa abordó desde una pedagogía constructivista, entender tres lugares de la sexualidad: sexo/biológico, orientación sexual/psicológico e identidad de género/social-cultural. Para este año la apuesta radica en re-significar el lenguaje que designa la sexualidad, sus prácticas, roles e incluso anatomía, a través de actividades.
Durante septiembre del presente año, se realizarán actividades como el café diverso, cine foros, concursos en redes sociales y una feria de ciudad donde se articularán importantes instituciones que trabajan por la sexualidad en Medellín. Un espacio para celebrar la diversidad y el respeto por la vida.
Artículo elaborado por:
Ana María Madrid y Vanessa Rangel
Grupo de Salud Sexual y Salud Reproductiva
Cruz Roja Colombiana Seccional Antioquia