¿Qué recibe un voluntario de la Cruz Roja Colombiana Seccional Antioquia a cambio de su labor humanitaria? Ante esta pregunta Carlos Franco, voluntario de toda la vida y hoy empleado de la Seccional responde: “es un pago simbólico, es sentirse útil para la sociedad, permitiéndose estar donde realmente uno quiere estar, extendiendo la mano para ayudar”.
Carlos Franco tiene 26 años, de los cuales, la mitad han sido dedicados al accionar humanitario de la Cruz Roja Colombiana. Ha crecido como voluntario apoyando diferentes estrategias de la Institución, a través de las cuales ha podido despertar sonrisas, generar abrazos y conocer de primera mano las realidades adversas de muchas de las comunidades antioqueñas.
Él inició su ejercicio como voluntario desde el 2004 cuando fue parte de la brigada educativa en el colegio Ciudad Itagüí, hoy Institución Educativa Minuto de Dios y desde entonces ha contribuido intensamente a la Institución desde la coordinación del programa de recreación y posteriormente la coordinación de la estrategia PACO: Paz, Acción y Convivencia, a nivel departamental.
“Lo más bonito de ser voluntario es que las acciones que uno desarrolla son muy valiosas, los pagos que uno recibe son simbólicos, los cuales nos permiten sentirnos útiles para la sociedad, estar donde uno quiere estar realmente, de poder acompañar a las personas, de sentarse a hablar con alguien y escuchar de tal forma que la persona pueda confiar en uno”.
“La gente debe considerar ser voluntario porque todo el mundo está en capacidad de ayudar a los demás y hay muchas formas de ayudar. ¡Todos son bienvenidos en la Cruz Roja! Pueden vincularse no sólo desde acciones relacionadas con las emergencias y salud, sino también desde lo comunitario, lo organizacional y logístico”.
Ante la pregunta por su futuro de cara al ejercicio humanitario Carlos Franco responde “Definí que estaría con la Cruz Roja Colombiana por el resto de mi vida. Ahora mismo me concentro en programas sociales, más adelante cuando no tenga toda la energía quiero estar desde lo administrativo; finalmente lo más bonito es poder representar a una institución tan seria y valiosa como la Cruz Roja Colombiana”.