Para saber cómo actuar al encontrarnos en nuestro camino con vehículos de emergencia, es fundamental reconocer que ambulancias, camiones de bomberos, policía, ejército y cualquier otro vehículo que anuncie su presencia por medio de luces, sirenas, campanas, señales auditivas o visuales, con el objeto de movilizar personas afectadas en salud, prevenir o atender desastres o calamidades, hacen parte del grupo de vehículos de emergencia.
El objetivo principal de estos vehículos, es llegar lo antes posible a un accidente y trasladar a los heridos en el menor tiempo a centros de atención médica, cabe recordar que los primeros 60 minutos después de generado un accidente son vitales para reducir la pérdida de pacientes, este intervalo de tiempo es conocido como “La Hora Dorada”.
Por esta razón es obligatorio para todos los actores viales que intervengan o interactúen con el tránsito de vehículos de emergencia, abrir paso y comportarse de forma que no obstaculicen, perjudiquen o pongan en riesgo la integridad misma y de las demás personas.
Ante la proximidad de vehículos de emergencias, los conductores de otros vehículos deben:
Al acercarse el vehículo de emergencia (por atrás o por delante), conducir hacia el borde derecho de la calle, del camino o de la vía y detenerse completamente, siempre dejando el carril central despejado cuando sea una calzada de tres (3) carriles o el carril izquierdo cuando sea una calzada de dos (2) carriles.
Mantener su vehículo detenido hasta que el vehículo de emergencia haya pasado o hasta que un agente de tránsito le indique que puede avanzar nuevamente.
No estacionarse a una distancia menor de treinta (30) metros de un vehículo de emergencia que se ha detenido para investigar un accidente o para prestar ayuda.
No obstaculizar ni estacionar vehículos en las entradas y salidas de las entidades prestadoras de servicios de salud o de cualquier sede de un organismo de apoyo para atender emergencias.